Amanda Saldivia.-
Presentamos la historia de un gracitano que se destacó en distintas facetas. A los 13 años era telegrafista, un brillante estudiante, además un autodidacta nato, dominaba el inglés, la contabilidad, era amante de la fotografía, practicaba equitación, esgrima, boxeo, fisiculturismo y jugaba beisbol.
Se trata de Ángel Santiago González. El nombre les resulta familiar. Indudablemente, si eres de Altagracia sabrás que el estadio de esta localidad lleva su nombre, para recordar a este joven que era reconocido en la población por su calidad humana.
El poeta José Francisco Martínez, en su obra Historia del Beisbol en Altagracia de Orituco, lo describe de la siguiente manera: “Era un joven gracitano de presencia sugestiva y desbordante personalidad. De intachable conducta. Siempre hacía gala de un espíritu jovial y de una contagiosa simpatía”.
Ángel Santiago González nació el 23 de mayo de 1902 y murió Caracas, ciudad a donde se mudó a inicios del año 1925 para abrirse a otros horizontes. Lamentable el 24 de agosto de ese mismo año falleció, producto de una enfermedad renal. La noticia impactó a la población.
Qué distinguía a este gracitano. Su inteligencia y la capacidad para estar en las actividades sociales, culturales y deportivas de esta región. Era un acucioso lector, escribía versos que eran publicados en periódicos de Altagracia y de Valle de la Pascua. Asimismo, participaba en actividades teatrales y se convirtió en jefe del Telégrafo de Lezama en el año 1915, con apenas 13 años de edad.
Un verdadero polifacético cuyo nombre se inmortalizó en el estadio Ángel Santiago González de Altagracia de Orituco.
@amandasaldivia