Amanda Saldivia.-
El Salto Ángel o Churun-merú, la catarata más alta del mundo con 979 metros de altura, tiene una historia que está relacionada con esta tierra orituqueña. Este fue el tema del sexto micro de la serie El Poder del Conocimiento, un aporte de la empresa Promasorca que busca enriquecer los saberes con anécdotas y curiosidades interesantes de esta región guariqueña y del mundo.
En la actualidad todavía se discute si fue el aviador estadounidense Jimmy Ángel en 1937, quien descubrió este tesoro natural en medio de la selva o si realmente lo hizo el trujillano Ernesto Sánchez La Cruz, teniente de la Marina de Guerra, explorador que 1910 reportó el hallazgo a la Casa Blohm de Ciudad Bolívar.
La casa Blohm era la institución de llevaba adelante el negocio de importación y exportación, además de pagar las expediciones en busca de oro y diamantes.
Ernesto Sánchez La Cruz quedó maravillado ante el imponente salto que parecía salir del cielo y elaboró un croquis de respaldo, pero su error fue que nunca lo difundió a los medios de comunicación social, lo que trajo consigo que después se le reconociera a Jimmy Ángel la observación del Churun Merú y el hecho de haber realizado ese aterrizaje histórico en la cima del salto el nueve de octubre de 1937.
En revistas internacionales y medios nacionales reportan que fue Sánchez La Cruz el explorador que reportó por primera vez el Churun-merú en el año 1910, pero la disyuntiva sigue.
Pero qué relación guarda con el Orituco Ernesto Sánchez La Cruz. Resulta que este trujillano fue jefe civil de San Rafael de Orituco. Esa historia está reseñada brevemente en el folleto Servidores del Telégrafo, escrito por el poeta José Francisco Martínez en el año 1968.
En el describe a Ernesto Sánchez La Cruz, como trujillano muy afable. El poeta Martínez escribió: “frecuentemente nos narraba las maravillas que en su juventud había visto en Guayana y de cómo lo subyugaron esas selvas, no tanto por la fiebre de oro que invadía a sus moradores, sino por la embrujante belleza y las leyendas que atesoraban”
Relata el poeta Martínez que Sánchez La Cruz señalaba que en 1910, en una de sus tantas excursiones se “topó de pronto con un salto de agua que parecía desprenderse del cielo, fue tal su asombro que levantó un croquis topográfico y se lo llevó a un alto empleado de la casa Blohm en Ciudad Bolívar”.
Esa es una de las tantas conversaciones que relata el poeta José Francisco Martínez, telegrafista de Altagracia y destacado escritor de las historias de este pueblo guariqueño, al cual llegó procedente de Zaraza, para quedarse a escribir datos tan interesantes, como el que le contó Ernesto Sánchez La Cruz cuando fue jefe civil de San Rafael de Orituco en el año 1933.
Este testimonio está en el folleto Servidores del Telégrafo que pertenece a la biblioteca personal de Beto Mirabal, reportero gráfico y recopilador de material impreso que plasma las historias del Orituco.
@amandasaldivia
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