Amanda Saldivia.-
La historia que se resaltó esta semana, como parte de la serie de micros el Poder del Conocimiento, iniciativa de la empresa Promasorca de Altagracia de Orituco, fue sobre la fama que tenía el cacao cultivado en este Valle, cuyos registros quedaron expresados en distintas obras, entre ellas Historia del estado Guárico de José Antonio de Armas Chitty, profesor universitario, historiador, poeta, cronista e investigador venezolano.
El autor destaca, que desde un primer momento la fertilidad de este valle, bañado por el río Orituco, deslumbró y atrajo a los conquistadores, porque realmente era un privilegio esta zona y su afluente que descendía del hoy parque nacional Guatopo.
Relata el autor que durante el siglo XVIII el cacao del Orituco fue la base económica de esta región, al punto de que existen registros de al menos 27 haciendas, entre ellas la de Juan Ignacio de Bolívar, Tomás de Sotomayor, Don Francisco de Herrera, Don Nicolás García Mojica, Don Juan de Torrealba, Diego de Ledezma, Juan de Guzmán y Don Nicolás de Ávila, integrantes de la oligarquía de la época.
Armas Chitty cita, que en el libro Instrucción general y particular de la provincia de Venezuela se dejó constancia de la cosecha de 2800 fanegas de cacao, cada fanega equivale a 50 kilogramos, es decir que en este valle se produjeron en un año 140 mil kilogramos de este fruto, que es la base para el chocolate y otras delicias.
También este autor, al describir las bondades del Valle del Orituco, menciona al padre José Gumilla, quien escribió en el célebre Orinoco Ilustrado de 1741, que se asombró de la fertilidad de esta zona y dejó plasmado el siguiente testimonio sobre nuestra región…“yo he visto los valles más afanados de la provincia de Caracas donde se da el mejor cacao…vi en la Guayana en la huerta de Don Jerónimo de Rojas, un árbol de cacao tan frondoso y tan cargado de bellísimas mazorcas, que no tenía que envidiar a cuantos vi en el Tuy y en el Orituco”.
Esta afirmación da cuenta de la fama de las plantaciones de cacao en el Orituco, que eran referencia para comparar con otras zonas donde se cultivaba este rubro, que por cierto era exportado por medio de la compañía Guipuzcuana, la cual era la única autorizada por el Rey.
En esa época, las plantaciones se extendían desde Caramacate hasta Lezama, por la ribera del río Orituco, lamentablemente se abandonó cuando el precio no fue competitivo a nivel internacional y otros cultivos fueron en ascenso, entre ellos el tabaco.
En la actualidad, el cacao que se extrae e incluso se procesa en Altagracia, proviene de la zona norte de Macaira, jurisdicción del estado Miranda, razón por la cual celebramos que nuevamente haya una mirada al valor de este cultivo y que en tierra orituqueña sigan empeñados nuestros artesanos en deleitarnos con deliciosos bombones.
@amandasaldivia