Amanda Saldivia.-
Presentamos la historia de la gruta donde oraba la Madre Candelaria de San José. Ese lugar de oración a donde acudía nuestra beata a pedir por la sanación de los enfermos, entre ellos los soldados heridos que dejó la guerra Libertadora, a inicios del siglo XX.
Fue justamente este evento bélico el que motivó la creación del hospital Antonio para el año 1903, porque a la llegada del padre Sixto Sosa y con el apoyo de los doctores Pedro María Arévalo Cedeño y Estanislao Landaeta, acuerdan abrir un centro para atender a los enfermos, a los soldados heridos que fueron abandonados en medio de la guerra y que estaban en las calles y plazas de Altagracia de Orituco.
A la fundación del hospital San Antonio fue llamada Susana Paz Castillo, hoy Beata Madre Candelaria de San José, quien no dudo en unirse a esta noble causa.
De acuerdo a los registros de la congregación de las Hermanas Carmelitas, el 13 de junio de 1904, Día de San Antonio, fue la bendición de la gruta, que fue construida con paredes de piedra en una de las laderas del cerro Lucena de Altagracia de Orituco, el cual en la cúspide tenía la casa que servía de sede al hospital San Antonio.
Para ese momento, todavía Susana Paz Castillo no era religiosa, pero si entregada al cuido de los enfermos, precisamente porque desde joven fue llamada para servir a Dios.
Cuentan que Susana bajaba a orar a la gruta, pedía fervientemente por los enfermos, rogaba a San Antonio que la ayudara a encontrar el pan de cada día para ellos y esa fe, esa entrega al servicio de los necesitados trajo la decisión de ser religiosa y otras jóvenes se le unieron. Con los años y gracias al trabajo intenso, nació congregación de Hermanas Carmelitas de Madre Candelaria.
A 118 años de ese momento, de la bendición de la gruta por parte del padre Sixto Sosa y en presencia de Susana Paz Castillo, la organización de Seguidores de Madre Candelaria y las hermanitas Carmelitas, quienes están al frente de la Casa Hogar, siguen orando y a la vez conservan ese patrimonio de Altagracia de Orituco, el lugar donde oraba nuestra beata y que hoy distingue a esta población guariqueña como el sitio de nacimiento de un ser humano extraordinario, que por sus obras, fue elevada a los altares.
Ese fue el tema de la semana en la serie de micros El Poder del Conocimiento, iniciativa de la empresa Promasorca que se difunde en la emisora Activa 104.9 FM de Altagracia de Orituco.
@amandasaldivia