Amanda Saldivia.-
El Poder del Conocimiento, espacio de Promasorca para enriquecer los saberes con curiosidades, anécdotas e historias interesantes de nuestra región orituqueña y del mundo, presentó esta semana la historia del astronauta que dice que la inspiración por el espacio le llegó, porque en su infancia se maravillaba por el cielo estrellado de Altagracia de Orituco.
Franklin Chang Díaz, costarricense de nacimiento, llegó a esta población, porque su papá Ramón Chang era el jefe de maquinarias de dos proyectos importantes: la construcción del embalse Guanapito y la carretera Altagracia-Caracas, vía Guatopo.
En su libro Los Primeros Años: Mis primeras aventuras en el planeta Tierra, Franklin Chang Díaz narra que en Altagracia de Orituco se “encendió esa llamita” por el conocimiento del espacio. Cuenta que se escapaba junto a su hermana María Eugenia al tejado de la casa donde vivían en la calle Rondón, a observar las estrellas. Fue el momento cuando verdaderamente empecé a soñar”, relata este astronauta que no perdió la vinculación con la tierra donde vivió y la cual visitó cuando ya formaba parte de la NASA.
Franklin Chang partió a Estado Unidos en el año 1969 para continuar sus estudios y obtuvo el título de Ingeniero Mecánico y años más tarde el doctorado en Ingeniería Nuclear. Fue el primer astronauta latinoamericano seleccionado para ir al espacio, tiene el record de siete misiones en transbordadores espaciales, las cuales realizó entre 1986 y 2002. Este costarricense de nacimiento pertenece al Salón de la Fama de la NASA, por acumular más de 1600 horas en el espacio.
Al retirarse, en el año 2005, Chang fundó una compañía que le da soporte a los programas espaciales y también trabaja en pro de la concientización del cambio climático.
En 2009 presentó su obra, la cual está disponible en librerías virtuales. En ella escribió… “es un recuento de mis años de infancia y adolescencia en Venezuela y Costa Rica, desde que tuve uso de razón, hasta el día en que partí hacia los Estados Unidos, en pos de un sueño…sé que hay muchos que, como yo, acarician sueños y anhelos personales. A todos aquellos: ¡que el futuro les sonría como lo hizo conmigo! Mi fortuna, en gran medida, la considero el producto de la ayuda de otros. Espero entonces que este libro, de alguna forma, ayude a que todos logren encontrar su estrella”.
Un mensaje inspirador del astronauta Franklin Chang Díaz, quien pasó parte de su niñez en Altagracia de Orituco…y que reconfortante es saber que se inspiró en el cielo estrellado de esta población para alcanzar su sueño.
@amandasaldivia
