Amanda Saldivia.-
San Miguel Arcángel, es el protector, el que nos cuida de las acechanzas del mal. El Capitán de las Milicias Celestiales, como lo define la iglesia católica, es el Santo Patrono de Altagracia de Orituco y este 29 de septiembre con las restricciones propias de la pandemia habrá paseo cívico, tres eucaristías y serenata a las afueras de la iglesia Nuestra Señora de Altagracia.
En el programa difundido por el equipo pastoral de la parroquia, a cargo del padre Cruz Mujica, figura a las 5:00 am paseo cívico, a las 8:00 am la primera eucarística, la segunda a las 10:00 am y cierran con otra misa a las 5:00 pm, cada una con un aforo máximo de 80 personas.
Por su parte, directivos de la Cámara de Comercio, Industria y Producción del Municipio Monagas, decidieron organizar una Serenata al Patrono de esta población, la cual será al culminar la misa de las 10:00 am y se extenderá hasta las 5:00 pm como preámbulo a la última eucaristía anunciada.
El esfuerzo del sector comercial está enfocado en la necesidad de resaltar la fecha, la cual con los altibajos del acontecer económico y ahora con la pandemia no tiene la notoriedad que la caracterizaba, porque antes se realizaban fiestas patronales y posteriormente Ferias Turísticas y Agropecuarias que motorizaban la actividad en esta población, al tiempo que se cultivaba la fe entre los cristianos.
Algunos textos plasman que la primera fiesta patronal en honor a San Miguel Arcángel se celebró en Altagracia de Orituco en el año 1927 y ahí fue estrenado el himno en su nombre, letra del poeta José Antonio Hurtado Ascanio y música del maestro José Calixto Morín. A continuación el himno a San Miguel:
Coro:
Gloria eterna a la virgen María
y al Arcángel feliz San Miguel,
que vencieron con noble porfía
la acechanza del fiero Luzbel.
Solo:
Al conjuro ideal de la gracia
que difunde su luz celestial,
jubilosa celebra Altagracia
su primer festival patronal.
San Miguel el celoso guerrero
enfrentado al horrible dragón,
ha empeñado el combate más fiero
y defiende nuestro corazón.
Y la virgen de Lourdes bendita
que a la margen del Gave surgió,
nos envuelve en su gracia infinita
y nos libra del fiero dolor.
Es por eso que nuestra esperanza
tiene un halo de nítida luz,
¿quién teniendo tan prodiga alianza
no se eleva hasta el cándido azul?