Amanda Saldivia
Desde el lunes 12 de octubre, 950 familias que conforman la comunidad de Lezama se encuentran sin suministro de agua potable, tras el daño que sufrió el motor y la bomba sumergible del acueducto.
Luis Fernández, habitantes de Lezama, detalló las acciones que emprendieron desde que se paralizó el sistema de bombeo, entre ellas la sustracción de la tubería y la bomba sumergible por parte de la propia comunidad y la posterior evaluación que realizó el equipo enviado por la alcaldía, integrado por William Rondón, director de Servicios Públicos, personal de Hidropáez y Corpoelec, quienes determinaron el daño total de los componentes.
Agregó Fernández, que la responsabilidad de la gestión ante el ejecutivo regional para la adquisición de la bomba y el motor la asumió el prefecto Oliver Naranjo; mientras que con el informe técnico elaborado por el ingeniero Gabriel Ybarra, entregaron a Ypergas una comunicación en la cual solicitan la tubería y otros requerimientos para la rehabilitación del sistema.
Adicionalmente informó que el prefecto y los miembros del Clap gestionan con la alcaldía la gasolina que necesitan los “cisterneros” locales, para surtir de agua potable gratuita a las 950 familias que no tienen suministro.
Foto: cortesía