Amanda Saldivia.-
Se trató de un procedimiento de rutina, relacionado a un foco de tuberculosis bovina que hay desde hace dos años en una unidad de producción de Altagracia de Orituco, Guárico, que en esta oportunidad implicó beneficiar 35 reses en el Matadero Municipal, ajustadas al protocolo sanitario y con la supervisión del INSAI, Guardia Nacional y Contraloría Sanitaria.
Esa fue la explicación que dio la médico veterinario Sonia Medina, coordinadora de Zoonosis Municipal, en el programa Tiempo de Cambios de este martes 25 de mayo, espacio al cual fue invitada, conjuntamente con la Dra. Maribel Pacheco, coordinadora de Vigilancia Epidemiológica, a los fines de aclarar lo concerniente a la matanza de 35 reses positivas a la prueba de tuberculosis bovina cuya carne no fue comercializada en el municipio.
La médico veterinario considera que se magnificó en hecho en redes sociales, a pesar de ser una actividad propia del interés de un productor agropecuario que está dedicado a erradicar el foco para proteger el rebaño y garantizar la producción lechera. Cree que la situación se desvió, debido al conflicto que tienen los intermediarios en el matadero motivado al cobro de los servicios.
Aclaró que desde el punto de vista sanitario, las 35 reses debían ser beneficiadas en las instalaciones, con la desinfección posterior al proceso y el descarte de las vísceras de todos los animales, las cuales fueron incineradas y posteriormente sepultadas en una fosa.
Al preguntarle si la carne estaba apta para el consumo humano, respondió afirmativamente, porque las pruebas tienen la particularidad de dar positivo y es la revisión la que determina, con la verificación de los órganos blandos y ganglios, si el animal padece la enfermedad o si por el contrario se trata de un “falso positivo”, motivo por el cual precisó que de las 35 reses, una solo fue descartada totalmente y otras dos, porque murieron durante el traslado por causa de aprisionamiento.
La coordinadora de Zoonosis Municipal indicó que desde hace dos años están atendiendo la situación, en conjunto a los veterinarios de la finca, con la intención de lograr la erradicación definitiva de la tuberculosis bovina en esa unidad de producción y agregó que el año pasado también se realizó una matanza bajo el mismo protocolo, porque así está contemplado en el ámbito legal y de procedimientos de salud animal.
Otro de los datos aportados por la médico veterinario Sonia Medina, es que en esa unidad de producción hay plan sanitario, que cada cuatro meses se hacen los pruebas a más de mil reses y expresó que ojalá otros productores hicieran lo mismo para estar atentos a enfermedades de este tipo.
Por su parte, la Dra. Maribel Pacheco, coordinadora de Vigilancia Epidemiológica, resalto el trabajo que realiza el equipo de salud, entre ellos Contraloría Sanitaria, que en este caso son garantes de que las reses estén aptas para el consumo y destacó la importancia de que la comercialización provenga del Matadero Municipal y no de otros lugares, donde no hay garantías de supervisión.
Lamentó que este hecho haya trascendido de esa manera tan confusa, que tendió a poner en tela de juicio la ética y el profesionalismo de todos quienes estuvieron involucrados en ese procedimiento considerado de rutina y con el máximo interés de erradicar esta enfermedad del rebaño de esa unidad de producción.
En referencia a las características del padecimiento en humano de la tuberculosis que pudiera ser transmitida por medio de animales, dijo que era igual y que solo el descarte por medio de la entrevista lleva a presumir que la transmisión fue de esa manera, porque eso está en las micropartículas y en las heces.