Amanda Saldivia.-
Por años la construcción destinada al terminal de pasajeros de Altagracia de Orituco, Guárico, se llamó popularmente el “Interminable”, como crítica al tiempo que duró su construcción, la cual se inició entre los años 2000-2004, bajo el mandato del alcalde José Luis García y no fue concluida por los gobiernos sucesivos.
La destrucción fue a partir del año 2014, en la administración del alcalde José Bravo, cuando se presentó una emergencia en San Rafael de Orituco y se llevaron el transformador que era parte del sistema eléctrico del terminal. Al no haber electricidad, era imposible la custodia, eso dijeron los cuerpos de seguridad y paulatinamente comenzó la acción de desmantelamiento que no ha cesado hasta la fecha y la cual es muestra de cómo a la vista de las autoridades se perdió una inversión, que de acuerdo a cálculos, podría ubicarse en un millón de dólares nada más visualizando que tiene 1.700 metros cuadrados de construcción.
Es importante destacar que fue durante el gobierno municipal presidido por la alcaldesa María Chacín, entre los años 2008 – 2013, cuando se realizó la inversión que permitió avanzar significativamente, al punto de que solo restaba el asfaltado de la vía acceso para inaugurar la obra. Los recursos mayormente provenían del gobierno regional, específicamente durante el mandato del gobernador Luis Enrique Gallardo.
Para agosto de 2013 estaban concluidos los 34 kioscos que estaban al frente del terminal y que formaban parte de los servicios que se ofrecerían a los usuarios, además las instalaciones totalmente acondicionadas, entre ellas 10 baños, 42 oficinas, área para un comando unificado, estaba en trámite una taquilla externa de un banco gubernamental y hasta figuraba Wilson Rojas, como director de transporte de la alcaldía, quien adelantaba algunos trámites y las conversaciones con los transportistas para asignarles el sitio donde atenderían a los pasajeros.
Es importante destacar que para ese año 2013 también hubo exigencias por parte del Instituto de Tránsito Terrestre que incluía la reorientación de una de las puertas de acceso y la construcción de rampas para las personas con discapacidad. Asimismo, había una investigación por supuesta corrupción en contra del exgobernador Luis Enrique Gallardo, la cual fue utilizada como argumento por el equipo del mandatario Ramón Rodríguez Chacín, para no destinar más recursos al terminal. Esa al parecer fue la causa para no aprobar la partida que hacía falta para el asfaltado.
En esta nota resaltamos dos fotografías. La primera fue tomada el tres de marzo de 2021 y la segunda el 24 de agosto de 2017, donde ya se apreciaba el avance de la acción vandálica que no fue frenada. Los ciudadanos siempre alertaron sobre la importancia de resguardar el terminal, porque no se podía permitir que destruyeran lo que Altagracia necesitaba, unas instalaciones dignas para los pasajeros de las rutas urbanas, suburbanas e interurbanas. Lamentablemente esas voces no fueron escuchadas.
@amandasaldivia
