Amanda Saldivia.-
El nacimiento de Altagracia de Orituco se remonta al primero de marzo del año 1694 cuando en un acto público se oficializó la entrega de un lote de tierras, con sus linderos específicos, a los indios Guaiqueríes comandados por el cacique Don Felipe Chapaiguana.
Ese acto público del reasentamiento indígena fue el primero de marzo de 1694 en San Miguel de Orituco, en presencia de “el cacique Don Felipe y otros indios, encabezado por el capitán Nicolás Garmendia, Alférez Real y Alcalde Ordinario de la ciudad de San Sebastián de los Reyes, quien actuaba a nombre del Rey español y por mandato del Maestre de Campo Don Francisco de Berroterán, Caballero de la Orden de Santiago, gobernador y capitán general de la provincial de Venezuela”, según consta en la investigación documental del Cronista de la Ciudad, el Dr. Carlos López Garcés.
Entre los argumentos que sustentan el nacimiento de esta población, el cronista ha explicado que Altagracia es consecuencia de la fundación de San Sebastián de los Reyes, primera comunidad española que se funda en territorio de lo que es hoy el municipio Monagas, para lo cual precisó que “San Sebastián fue un núcleo de poder desde donde se expandió la conquista española de estos territorios del llano venezolano, de San Sebastián surgió el sentido de ocupación de las tierras del Orituco y eso condujo a la formación de un pueblo que se llamó San Miguel de Orituco…ubicado a las orillas del río Orituco, en las faldas del cerro Topano, que luego desaparece por el decaimiento de un sistema económico social, que se conocía como el régimen de encomiendas, eso ocurrió hacia 1687”.
También destaca que el otorgamiento de este lote de terreno a los indígenas Guaiqueríes, es precisamente producto de la caída del régimen de encomiendas, porque éstos “laboraban en la hacienda de José Salvador de Medina y quedaron prácticamente a la deriva, porque el dueño de esa hacienda y al mismo tiempo encomendero ya no podía continuar con el aprovechamiento de la fuerza de trabajo de esos indígenas y se convirtieron en un problema grave, porque estaban acostumbrados a vivir en ese territorio y siguieron haciéndolo, a pesar de las contradicciones con José Salvador de Medina”.
Esa situación provocó que José Salvador de Medina solicitara al gobernador de Venezuela Francisco de Berroterán, que reubicara a los indígenas en unas tierras que eran propiedad del Rey y “el primero de marzo de 1694 se presentó aquí en el valle de San Miguel la representación del cabildo de San Sebastián y ese mismo día los indígenas procedieron a limpiar los linderos y desde entonces este pueblo es posesionario de esas tierras”, así lo expresó el Cronista de la Ciudad Dr. Carlos López Garcés, en acto celebrado en la plaza Bolívar de Altagracia el primero de marzo de 2005, en el marco del discurso pronunciado cuando fue develada la placa en la cual se aportan datos del comienzo de la historia de esta población.
@amandasaldivia