Amanda Saldivia
La escasez de gas doméstico trae consigo estampas de la Venezuela rural en poblaciones como Altagracia de Orituco, Guárico, donde los fogones a leña estaban en el olvido desde que hubo acceso a otros tipos de combustible, primero el kerosene y luego los cilindros que distribuían las empresas privadas asentadas en la zona.
La fotografía que compartimos fue tomada por el ingeniero Julio Rosa, quien forma parte del equipo de Huertos Familiares de Acción Campesina, organización de corte social que impulsa varios proyectos en el estado Guárico, entre ellos uno en el Cerro La Máquina de Altagracia.
Sobre esa realidad, que se repite en el ámbito urbano y rural del municipio Monagas, consultamos a María Margarita DSuze, coordinadora de Acción Campesina Guárico, quien expresó que la mujer en general y la dedicada al campo hace “un gran esfuerzo físico en el proceso productivo y adicionalmente lleva la carga familiar, sin recursos económicos para transformar su medio de vida y aunado al problema de suministro de gas, ha hecho que tengan que recorrer kilómetros para conseguir leña y poder alimentar a su familia”.
Lamentó que después de superar esa vida rural de inicios de siglo XX, vuelve el desgaste físico y emocional de la mujer, lo que “limita tanto su productividad económica como su desarrollo personal”, todo eso mientras la “sociedad civil apuesta por construir diálogos con el Estado, para que asuman el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, Agenda 2030, que llama a garantizar el acceso a los servicios públicos como parte de los derechos humanos”.
Para la coordinadora de Acción Campesina Guárico “el deterioro de todos los servicios, salud, alimentación, agua y gas doméstico, imposibilita a la mujer tener una vida más humana, saludable y darle bienestar a su familia”.
@amandasaldivia