Amanda Saldivia.-
Las regiones paso a paso se van organizando y siempre hay datos interesantes de la historia local que nos permiten imaginarnos cómo fue la evolución de este valle, por ejemplo, a partir del surgimiento de este poblado con el nombre de Nuestra Señora de Altagracia.
La historia que les contamos está relacionada con el Mercado Municipal, ese ubicado en la calle Bolívar cruce con Pellón y Palacios, que lamentablemente está abandonado, al no concluirse el último proyecto de remodelación que fue iniciado hace más de 10 años.
Sobre el Mercado Municipal, el historiador y periodista gracitano Pedro Calzadilla Álvarez escribió que estaba desde su fundación ubicado en ese lugar, que antiguamente era conocido como la esquina de El Cristo.
Apuntó en su obra El día en que un cometa chocaría con la Tierra, crónicas de Altagracia de Orituco, que la bonanza económica gracias al elevado precio del café en los mercados internacionales, permitió que las Rentas Municipales tuvieran recursos extras y ahí se hizo una modesta obra en la década de los 70 del siglo XIX.
Ese viejo mercado fue remodelado en el año 1931, también en 1937 y reconstruido totalmente en 1951, cuando lamentablemente para dar paso a la edificación actual fue talado un frondoso árbol de Tamarindo que tenía en el centro.
Entre los recuerdos que atesora Pedro Calzadilla Álvarez está, que los estudiantes de sexto grado de la escuela Ángel Moreno solían ir al Mercado en la tarde, porque los alrededores de ese Tamarindo centenario estaban pavimentados y ahí realizaban los ejercicios físicos bajo la guía del maestro Heriberto Saldivia.
Este historiador lamenta la tala de ese frondoso árbol que nos cobijaba y también que, en una oportunidad, ante la proliferación de perros callejeros que merodeaban el Mercado Municipal, muy visitado para esa época, a las autoridades municipales se les ocurrió llevar adelante una campaña de exterminio con veneno.
Las críticas fueron tan grandes por la crueldad de la acción, que al poco tiempo la suspendieron, porque era doloroso ver la cantidad de perros muertos en las calles, que eran retirados en las tardes por los empleados de la municipalidad que salían con carretillas a recogerlos.
Son historia de nuestro pueblo, de cómo comenzó a organizarse, desde la construcción del mercado, el matadero municipal, el trazado de las calles y de políticas desacertadas, como esa de envenenar a los perros en aras de la salubridad de espacios públicos y sobre todo del coraje de aquellos ciudadanos que elevaron su voz para criticar tan cruel campaña y lograron que se suspendiera.
Ese fue el micro de la semana, en la serie El Poder del Conocimiento, segmento que se difunde en el programa Tiempo de Cambios de la emisora Activa 104.9 FM de Altagracia de Orituco, cuya producción es iniciativa de la empresa Promasorca, con la finalidad de enriquecer los saberes con historias, anécdotas y curiosidades del Orituco, Venezuela y el mundo.
@amandasaldivia
