Amanda Saldivia.-
Pintor de la Lengua, es título con el cual la Revista Nacional de Cultura resalta al artista plástico, poeta y crítico de arte Juan Calzadilla Álvarez, quien nació en Altagracia de Orituco el 16 de mayo de 1930 y es considerado uno de los intelectuales de mayor proyección nacional e internacional, por entrelazar la pintura con la poesía como parte del proceso creativo.
Este fue el tema abordado en el cuarto micro de la serie El Poder del Conocimiento, espacio de la empresa Promasorca para enriquecer los saberes con curiosidades, anécdotas e historias interesantes de nuestra región orituqueña y del mundo.
La obra Pintor de la Lengua recoge una entrevista realizada a Juan Calzadilla que es clave, porque deja al descubierto que su vida en Altagracia fue estimulante para su obra. Contó que aquí se inició en las letras como redactor de un periódico del cual circularon 11 números y que hacía junto a su compañero Diógenes Martínez en la imprenta manual que Tirso Infante había traído de Caracas.
En esa época también ambos incursionaron en la radio. Era estudiante de cuarto año de bachillerato en el liceo Ramón Buenahora y todos los domingos salía al aire el programa dedicado a divulgar música clásica y poesías.
Eso fue en la emisora La Voz de Orituco, que tenía Don Guillermo Hurtado y cuya señal llegaba por cornetas colocadas en los postes del alumbrado público en algunas esquinas de mayor movimiento comercial.
Juan Calzadilla contó que no tenía la menor idea de lo que quería ser. Le interesaba el periodismo, la música, ocupaba tiempo en resumir la biografía de compositores para contarlas en el programa radial, pero ante la pregunta de la influencia para dedicarse a escribir, si era por contacto con escritores, mencionó al maestro Don Próspero Infante.
Dijo Calzadilla…nunca utilizó la “palmeta para castigar alumnos”, pero en cambio nos abrumaba recitándonos de memoria larguísimos romances, como por ejemplo uno que escribió sobre el Ánima de Taguapire y otros del poeta nicaragüense Rubén Dario, los cuales combinaba con poemas propios. Igualmente resaltó las conversaciones que sostenía con el padre Chacín, su profesor de literatura venezolana en cuarto año de bachillerato.
Este gracitano también incursionó en la política contra la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. En la entrevista publicada, Juan Calzadilla aporta otro dato curioso, él junto a otros jóvenes estudiantes del liceo Ramón Buenahora crearon en el año 1952 un movimiento cultural que con recursos propios logró abrir una biblioteca en la calle Ilustres Próceres, que servía de mampara para poder reunirse sin levantar sospechas. Dijo que fueron tiempos difíciles y que en una oportunidad le tocó estar escondido varios meses para burlar una orden de aprehensión que nunca se cumplió.
Dijo que esa etapa de encierro también le sirvió, porque se dedicó a leer y escribir, entre ellos un extenso poema que envió al Festival Nacional de la Juventud y le otorgaron el primer premio. De ahí partió a Caracas con intención de dedicarse al periodismo y le tendió la mano otro orituqueño: el Dr. José Ramón Medina.
Juan Calzadilla tiene más de 40 obras publicadas, ha recibido innumerables reconocimientos, entre ellos el Premio Nacional de Artes Plásticas por su obra como dibujante, crítico e investigador. Además ha participado en ferias internacionales de poesía en Argentina, Colombia e Italia.
Es un gracitano exitoso, con más de 50 años de trayectoria y saber que para él la formación en Altagracia fue clave, que tuvo maestros inspiradores, que canalizó toda su energía por el arte, es razón de orgullo, porque en su biografía lo primero que se destaca es que nació en Altagracia de Orituco, estado Guárico.
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