Amanda Saldivia.-
Los altos niveles de turbidez del agua “potable” que reportaron vecinos de diferentes comunidades de Altagracia de Orituco, Guárico, este jueves 29 de julio, se debió a que al parecer estaba solamente activa la toma de fondo del embalse Guanapito y las condiciones climáticas produjeron la remoción de los sedimentos, con las consecuencias ya esperadas: fue barro lo que llegó a la planta de tratamiento Chapaiguana.
Al indagar sobre las razones por las cuales no estaban trabajando los dos motores de la toma flotante, sistema que permite que el agua llegue en mejores condiciones a potabilizar, trascendió que hubo una falla eléctrica en el tablero, la cual fue resuelta a la 1:30 pm de este jueves, pero ya el servicio que se suministró a los hogares no estaba dentro de la norma.
Pudimos conocer que los operadores de Hidropáez hicieron lo posible por bajar los niveles de turbidez, agregando el máximo de sulfato de aluminio permitido, pero no lograron ajustarla a los estándares establecidos y el servicio llegó a los hogares en esas condiciones, lo que generó la inmediata reacción de los vecinos, quienes con evidencias fotográficas reportaron a este medio digital lo que estaban recibiendo como agua “potable” en sus residencias.
Esta situación se agudizó en mayo de 2020 cuando se dañó el primer motor de la toma flotante, el cual todavía no ha sido reparado. Adicionalmente hay fugas y válvulas dañadas, entre ellas una que corresponde a la toma de fondo que no permite cerrarla totalmente y genera que siempre llegue agua con niveles de turbidez a la planta de tratamiento Chapaiguana, sobre todo en el período lluvioso.
Es importante recordar, que a partir de la avería de ese motor en mayo de 2020, comenzó a sentirse con más intensidad la crisis en el suministro de agua potable, no solo por la calidad en sí, sino por la aplicación de racionamiento en el casco central de Altagracia y la disminución de los días de sectorización en otras zonas, las cuales pasaron de dos veces por semana, a solo horas cuando toca el servicio.
Fue precisamente la agudización de la crisis y la avería del segundo motor de la toma flotante en septiembre de 2020, lo que motivó a que un movimiento de la sociedad civil lograra la aprobación de Hidropáez para iniciar una jornada de recolección de fondos que permitió reparar ese equipo averiado y reinstalarlo el 14 de enero de 2021. De ese primer motor que se extrajo de la toma flotante en mayo de 2020, no se conoce estatus hasta el momento, solo la promesa de repararlo por parte de la alcaldía del municipio Monagas.
La toma flotante del embalse Guanapito fue construida precisamente para mejorar la calidad del agua que llegaba a la planta de tratamiento y debe trabajar con al menos tres motores para garantizar el caudal que requiere el sistema.
Desde que se averío el primer motor el servicio es cada día peor, a lo que se unen fallas eléctricas constantes, fugas en las tuberías y otras deficiencias del sistema de potabilización y distribución de agua potable.
@amandasaldivia