Amanda Saldivia.-
Mañana se cumple un año de la extracción del primer motor que se averió en la toma flotante del embalse Guanapito y todavía no se concreta su reinstalación, a pesar de ser vital para el adecuado funcionamiento del sistema que alimenta a la planta de tratamiento Chapaiguana, ubicada en Altagracia de Orituco, Guárico, la cual surte de agua potable a más de 14 mil familias.
El sistema de bombeo desde el embalse está integrado por tres motores, uno de ellos se averió en mayo de 2020 y fue extraído del embalse el 21 de ese mismo mes por parte de Hidropáez y la alcaldía del municipio Monagas, fecha en la cual fue traslado a San Juan de los Morros y posteriormente a un taller en donde se llevaría a cabo la reparación.
A partir de ese momento se agudizó la escasez en las comunidades, hubo racionamiento en zonas que nunca había fallado, como es el caso del casco central de Altagracia y aumentaron las quejas por el deterioro del servicio, con el agravante de que las lluvias removieron el fondo del embalse y eso elevó el nivel de turbidez y era prácticamente barro lo que llegaba a la planta de tratamiento para su potabilización, lo que trajo como consecuencia que para ajustarlo a la norma se emplearan grandes cantidades de sulfato, producto que no siempre estaba disponible.
Durante todo ese tiempo, la sociedad civil presionó para que el motor fuera reparado, porque la toma flotante fue diseñada para funcionar con tres equipos, precisamente para garantizar una mejor calidad y cantidad de agua para el procesamiento en la planta de tratamiento Chapaiguana, ya que utilizar la toma de fondo en el período lluvioso no es recomendable por los niveles de turbidez.
En septiembre de 2020 la situación empeoró, porque se dañó el segundo motor, con la diferencia de que surgió un movimiento en el grupo de WhatsApp Seguridad y Servicios Públicos Altagracia, que hizo posible iniciar con la autorización de Hidropáez, la recolección de fondos para la reparación de ese equipo.
La comisión pro fondos constituida trabajó en las gestiones de extracción del segundo motor, evaluación en el taller, recolección de los fondos y el 14 de enero de 2021 celebró junto a la población que la meta fue alcanzada. Ese día fue reinstalado y los dos equipos estuvieron nuevamente operativos, con la promesa de la reparación del que se averió en mayo de 2020.
Es importante precisar, que en el momento de la instalación del motor que reparó la sociedad civil y en presencia del ingeniero Ángel Castellano, presidente de Hidropáez, la alcaldesa Tania Sierra, ratificó que el primer motor averiado sería reparado, porque ya estaba incluido en el presupuesto de este año.
La espera continúa y también la preocupación, porque no llega suficiente agua para potabilizar en la planta de tratamiento, algunas comunidades solo reciben el suministro una vez a la semana, las averías en las redes afectan la sectorización, se agudiza el racionamiento en el casco central de Altagracia y seguramente se elevarán los niveles de turbidez por la cercanía del período lluvioso. En definitiva la historia de 2020 puede repetirse, la crisis no ha sido superada.
Este recuento al cumplirse un año en la avería del primer motor de la toma flotante, es solo una arista de las deficiencias que tiene el sistema de potabilización y distribución de agua potable que depende de la planta de tratamiento Chapaiguana.
@amandasaldivia