Amanda Saldivia.-
Desde la época colonial, los conquistadores quedaron prendados con las bondades del valle gracitano. No es para menos, llegaron a una región privilegiada, con suelos fértiles en las riberas del río Orituco.
En medio de lo que significó el proceso de toma del territorio que era habitado por indígenas nómadas que vivían de la riqueza que les proveía la naturaleza, los colonizadores iniciaron el cultivo de caña de azúcar, cacao, tabaco, café y añil.
Seguramente, algunos de ustedes se preguntarán y qué es añil, cuál es su uso. Resulta que en el siglo XVIII el añil estaba registrado como uno de los principales productos de exportación de Venezuela.
Aunque se cree que fue poca la siembra de esa planta en esta zona guariqueña, si se sabe que en San Rafael de Orituco estaba una oficina de la Compañía Guipuzcoana, donde se almacenaba añil, tabaco y cacao, de acuerdo a los datos aportados por el Dr. Carlos López Garcés, en el libro Tiempos coloniales de Altagracia de Orituco 1694-1810.
Luego de ese dato, vamos con qué es añil. Es una planta perteneciente a la familia de las leguminosas, cuyo nombre científico es Indigófera tinctorea. Es un colorante natural que tiñe de azul luego de un proceso de fermentación que se hace en tanques donde se introducen las hojas y tallos de esa planta en agua, para dar al final una pasta color azul violeta o tinte índigo.
Aunque se afirma que es originaria de la India, esta planta se conseguía en América de forma silvestre, antes de la llegada de los españoles. Incluso Los Mayas la utilizaban en rituales, como planta medicinal y para pintar cerámicas.
También en la zona del mediterráneo resaltan las casas pintadas de blanco y el zócalo con el característico azul añil, que por cierto también se utilizó para darle color a los pantalones de mezclilla, conocidos popularmente como blue jeans.
Otro dato interesante, es que la iglesia de San Rafael de Orituco, en una oportunidad, fue pintada de azul, porque investigadores determinaron que ese fue su color original. Y no es extraño, porque allí se cultivó esta leguminosa en el siglo XVIII.
El declive de este cultivo a nivel mundial se debió a que causa el empobrecimiento del suelo, lo que trajo bajo rendimiento, así como el impactó por el lanzamiento de colorantes sintéticos, mucho más económicos.
Sin embargo, todavía algunos países lo siembran para fines comerciales, porque ese tono de azul orgánico todavía es buscado en el mercado, mientras otros lo emplean para fines medicinales.
Así que es bueno saber que en este valle de Orituco se sembró añil y que era comercializado por la compañía Guipuzcoana.
@amandasaldivia