Amanda Saldivia.-
Presentamos la historia del monumento que popularmente conocemos como la Cruz de Peña de Mota, el cual fue inaugurado el 19 de abril de 1910 como parte de los actos del centenario de esta fecha que marcó el inicio de la independencia de nuestro país. Este fue el tema abordado en la serie El Poder del Conocimiento de la empresa Promasorca, que busca enriquecer los saberes con curiosidades, anécdotas e historias interesantes de nuestra región orituqueña y del mundo.
A 112 años de este acto en recordatorio al centenario, compartimos lo que escribió el Dr. Pedro Natalio Arévalo García, abogado gracitano, quien se destacó como fundador de medios impresos locales como Surco y colaborador de periódicos nacionales, entre ellos El Heraldo, La Esfera y el semanario Fantoches.
El escrito que compartimos es parte de la obra Calles, Sitios y Aleros de Altagracia de Orituco, obra publicada gracias a Beto Mirabal, a quien el autor le dejó un valioso sobre con interesantes datos sobre la historia local.
Entre los apuntes que Don Pedro Natalio Arévalo está la reflexión sobre la importancia de la Cruz de Peña de Mota. Al respecto escribió:
“Ella es testimonio fiel de la preocupación que animaron el espíritu de los hombres de aquella lejana época, ellos también sintieron palpitar de afecto por este pedazo de tierra orituqueña”.
Más adelante dice:
“Nos sentirnos emocionados al contemplar la majestuosa cruz que allá en lo más empinado del Cerro de Peña de Mota abre sus brazos como queriendo asir el recuerdo de tantos seres que ya se han ido. Ella ha sido mudo testigo por tantos años, de las inquietudes que animaron a los habitantes de esta región para hacer de Altagracia un pueblo digno, heredero de las preocupaciones de esos hombre que ayer nos señalaron rumbos”.
Hermosos palabras para dar significación a la intención del grupo de gracitanos que decidió construir la Cruz de Peña de Mota.
En el acta levantada por los vecinos de Altagracia de Orituco la mencionan como monumento a Redentor en la Colina de Peña de Mota y para el cual dio su permiso el Señor Obispo Diocesano y el Ilustre Concejo Municipal. También se decretó el monumento a la Concordia y la autoridad civil de la época le prestó su apoyo y se bendijo solemnemente por el padre Monseñor Sixto Sosa, el 19 de abril de 1910 en la celebración de esta fecha centenaria.
En el acta se puede leer lo siguiente: “levantamos este pequeño monumento coronado por la Cruz, lábaro de Concordia Universal para que diga a nuestros descendientes nuestro voto a favor de la Patria bien amada. Queremos a nuestra Patria viviendo para el trabajo; la queremos caminando entre sus hijos la más completa armonía; la queremos caminando por las sendas del progreso, deseamos con vehemencia que todos los venezolanos vivan vida de honor y lleguen a la prosperidad por la justicia”.
Sin duda, palabras que encajan perfectamente luego de 112 años de existencia de esa acta, firmada el 19 de abril de 1910 y que muestra las iniciativas de ciudadanos que nos dejaron ese recordatorio a vivir en paz, en armonía, progreso y justicia.
@amandasaldivia
foto cortesía de la Fundación Dr. Pedro María Arévalo
