Amanda Saldivia
Las colas a las afueras de las estaciones de servicio son muestra no solo de la escasez de combustible, sino también de un país que se niega a paralizarse, porque muchos ciudadanos siguen empeñados en producir, prestar servicios, generar los ingresos para el sustento de sus familias, aunque tengan que pasar hasta 24 horas a la espera de surtir al menos 20 litros de gasolina.
En Altagracia de Orituco la escasez más acentuada se vive desde hace más de un año, cuando en pleno diciembre de 2019 las colas eran interminables e incluso algunos conductores recibieron el 2020 en las estaciones de servicio, situación que se registró en la mayoría de los estados del país.
Después, vino el cambio de precio, el límite de litros al mes y el despacho por terminal de número de placa, acompañado de denuncias de la viveza criolla en las colas, el abuso de poder de funcionarios, en fin todo lo que trae consigo la escasez de cualquier producto, tal y como ocurrió con los alimenticios.
Llegó el 2021 y no hay un panorama que permita visualizar, por lo menos al corto plazo, que la escasez de combustible pueda superarse, ya que no hay suficiente producción nacional debido al deterioro de la industria petrolera.
Sin embargo, los ciudadanos no se resignan y asumen como un reto mantenerse en pie, aunque las condiciones sean cada vez más adversas. Para muestra la foto que ilustra esta nota, donde se observa como cientos de conductores, entre ellos motorizados, estaban a la espera de despacho en la estación de servicios Orituco en la mañana del pasado jueves, donde la venta de gasolina es a precio internacional.
@amandasaldivia
